2. Cuestión de habilidad

Muchas veces escucho decir: “no me gusta este curso”, “este profesor me cae chinche es un antipático” y por ende no se empeñan en estudiarlo.  Más aún muchos otros dicen: “mi jefe es un mandón”, “quiere que todo lo haga yo y él no hace nada”, “encima quiere todo para ayer y me hace ir a trabajar el fin de semana” ¿Qué ocurre entonces? Odian al jefe y el trabajo se torna muy tedioso, en algunos casos hasta conflictivo.  Otros tantos piensan y algunos políticos lo dicen: “No me gusta la forma de actuar de este Presidente” y por lo tanto no encuentran nada mejor que hacerle la vida imposible, incluso llegando a desestabilizar su gobierno.

Pero: ¿Dónde está el problema? ¿En el profesor antipático? ¿En el jefe mandón? ¿En un Presidente que no hace lo que nosotros consideramos es lo mejor para el país? O quizás ¿en uno mismo?

Te has puesto a pensar en cuáles son tus habilidades y capacidades. ¿Cuántas de ellas explotas realmente?, más aún ¿tienes claro cuáles son las habilidades y capacidades de las personas que te rodean? ¿Aceptas que no todos somos iguales y que eso no pasa sólo por una diferencia de raza, credo o nacionalidad, sino porque cada quien es bueno para algo en particular?

Pongamos un primer ejemplo: tú eres una persona muy diestra con los números y sin embargo se te hace pesada la lectura, ¿qué pasa si ese profesor que te cae antipático justo enseña un curso de letras? ¿El problema será el profesor o tú mismo porque se te hace más difícil de entender esa materia? Puede ser que además exista el agravante de que el profesor no venda bien su curso y por ende lo haga muy aburrido, pero eso sería sólo echar más leña a un fuego que tú debes aprender a apagar… ¿Cómo lo solucionarías?

Otro ejemplo: ¿Por qué considero a mi jefe un mandón? Porque me dice a cada momento qué tengo que hacer. Sin embargo, habría que preguntarse ¿por qué me tiene que decir lo que tengo que hacer? ¿No se siente seguro de que lo haga bien o es que ve que yo no sé lo que tengo que hacer? Entonces, ¿estoy en el trabajo que debo si ni siquiera tomo real atención de lo que esperan de mí o mis habilidades y capacidades están dadas para otra cosa diferente a la que vengo desempeñando y por ende esto no lo puedo hacer cómo esperan que lo haga? Nuevamente si se me hace muy fácil trabajar con números ¿qué hago revisando expedientes llenos de escritos que se me hacen difíciles de entender?

Último ejemplo: ¿Por qué el/la Presidente/a tiene tantas personas en su contra? ¿Es compartida por la mayoría esta opinión o es sólo mía? ¿Qué hice yo o las personas cercanas a mí para evitar que quien fue elegido antes que él/ella saliera de Presidente/a? ¿Nos quedamos sólo mirando como venían y pasaban las elecciones o hicimos algo al respecto para conseguir que saliera elegido el mejor candidato para el país? Entonces, si no hice nada, ¿de qué me quejo ahora? Y más aún, si ya no se puede hacer nada al respecto, ¿cuál sería una buena solución? ¿Echarle más leña al fuego y hacerle la vida imposible a este/a Presidente/a hasta que termine su período o empujar TODOS en una misma dirección y sacar al país adelante? ¿Qué piensas tú?

Estos son sólo unos pocos ejemplos de problemas que nos aquejan a todos o a la mayoría, y cómo verán hay muchas interrogantes al respecto. Desde este espacio los llamamos a la reflexión para que desarrollemos esa capacidad que tenemos TODOS para identificar nuestras habilidades y dar mucho más de lo que venimos dando y así hacer del Perú un país mejor para nosotros mismos y para nuestras familias.